Michel rescata un punto tras el disparate de Valerio
El Almería logró rescatar un punto ante un rácano Valladolid gracias a dos cabezazos (uno de Pedro López en propia meta y otro, implacable, de Míchel). Los de Emery merecieron ganar, pero cuando el enemigo está en casa, es complicado. Valerio, veterano guardameta rojiblanco, volvió a protagonizar una de las cantadas del año -a ver con qué nos deleita en 2007-. Con 1-0 en el marcador y los suyos en plena fase de acorralamiento al rival, Capdevila centró desde su casa literalmente. El balón tomó puerta, Valerio puso las manos y cuando ya lo tenía se le escurrió. Los Reyes Magos se adelantaron. Afortunadamente, el Valladolid, como buen anfitrión, devolvió la cortesía. Pedro López cedió de cabeza a su portero, Alberto, al que cogió a media salida. El esférico se encaminó manso hacia la red y metió de nuevo al conjunto de Emery en el encuentro.
Fue una lástima que sólo Míchel tuviese la escopeta cargada. Bermejo creyó con toda su fe en un balón perdido y despreciado por los otros 21 jugadores. Creyó tanto que llegó, centró y contagió de su entusiasmo al tanque Míchel, que ganó la partida a Javi Baraja con facilidad y machacó a Alberto. El empate era el premio mínimo que merecían los rojiblancos. Hubo presión, un trabajo serio, llegada... pero sobre todo Ortiz. Hay una diferencia abismal cuando este futbolista lleva la pelota y cuando es otro. Tenía tan asustado a los vallisoletanos que le marcaban de lejos o le paraban en falta. El capitán dio una lección en el arte de asistir. Pena de puntería... El consuelo es que el ascenso sigue a cinco puntos